Todos poseemos la capacidad de producir. De hecho es una habilidad que mostramos a diario. Sin embargo, algunas personas se especializan en la creación continua de ciertos satisfactores. Estas personas se conocen como productores o empresarios y se caracterizan por su misión de rentabilidad, visión de futuro, persistencia, flexibilidad, capacitación, trabajo en equipo, pasión, entre otras.
Para producir es necesario que los empresarios combinen ciertos recursos iniciales (inputs o insumos) en proporciones especiales y, además, realicen diversas actividades en forma ordenada y repetida. Estas combinaciones y acciones se conocen como proceso productivo y tienen como resultado el producto (o output).
Evidentemente, cualquier cambio en los recursos utilizados, en las proporciones utilizadas, o en las actividades del proceso productivo ocasiona cambios en el producto llamadas calidad.
La calidad se refiere al conjunto de propiedades inherentes a una cosa que permite caracterizarla y valorarla con respecto a las restantes de su especie. Es decir, la calidad solo se refiere a los elementos distintivos de un objeto. La decisión respecto a si algo es de mayor o menor calidad depende de la valoración que alguien realice.
La suma de los productos generados por la empresa es la producción. El destino de la producción es satisfacer las necesidades de determinados consumidores a cambio de un beneficio. Si los consumidores encuentran alguna utilidad en el producto, establecerán y mantendrán un intercambio con el productor. Este intercambio terminará si desaparecen los consumidores, si la necesidad desaparece, si el producto insatisface la necesidad, si otro producto lo sustituye, si desaparece algún producto complementario o si el beneficio del empresario se desvanece.
Cuando el intercambio de un producto resulta exitoso genera ganancias financieras para el empresario que lo ofrece. Normalmente, estas ganancias son visibles para otros empresarios que poseen la capacidad para crear productos similares y que también desean obtener beneficios de ese intercambio. Por esto, otros empresarios comenzarán a generar productos similares. La coincidencia por hacer el mismo producto y obtener las mismas ganancias ocasionan una disputa entre productores.
Si hay un gran parecido entre los productos y existe accesibilidad a los mismos consumidores, la disputa entre empresarios se fortalecerá. Entonces, para ganar la pelea, los empresarios innovaran insumos, procesos productivos y/o objetivos para ser los primeros en conseguir el intercambio o para obtener la superioridad en el acaparamiento de los beneficios.
Esta competencia por los consumidores distanciará a los empresarios en sus estrategias pero, al mismo tiempo, los reunirá en la oferta de un mercado compartido. Por eso, en el mercado se encuentran diferentes valoraciones que cada productor hace de su producto y, también por eso, la cantidad de bienes y servicios que los empresarios están dispuestos a poner a la venta dependerá de los precios concretos que el mercado determine.