1 ECII BI.A4 La demanda y los consumidores


Consumir significa desaparecer recursos. ¿Cómo se justifica esto? La respuesta es simple: el recurso deja de existir para que alguien se sienta bien.

En otras palabras, consumimos para tener bienestar o felicidad. Con tal de ser felices, agotamos todo lo que podamos porque las necesidades -infinitas- causan sensaciones desagradables y pretendemos aliviarlas utilizando recursos. 

Así, un consumidor es todo agente económico que gasta recursos tratando de erradicar el desagrado que le ocasionan sus necesidades. Quienquiera puede observar que, ante una carencia, el agente económico probará todos los recursos que pueda y considere adecuados para apaciguarla.

La definición anterior no implica que, después de consumir, siempre se consiga la satisfacción, felicidad o el bienestar. El éxito en los intentos del consumidor dependerá de la información que tenga además, por supuesto, de que el recurso adecuado esté a su alcance y lo pueda identificar. 

Al paso del tiempo, las experiencias de consumo revelarán qué tan útil es un determinado recurso para satisfacer cierta necesidad. Aquellos recursos que hayan resultado o se crea que han sido útiles para aliviar las necesidades serán recordados, apreciados y buscados. Al contrario, los que se consideren inútiles o inciertos o socialmente inaceptables serán rechazados, descuidados, ignorados o cambiados por los recursos "valiosos".

Esta conducta que tiende a valorar y preferir ciertos recursos sobre otros es la base de la Teoría del Consumidor. Esta teoría permite comprender cómo y por qué los individuos toman decisiones además de explicar como surge la demanda, la fuerza del mercado de los compradores.

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